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Mostrando las entradas de 2010

La Misa de Gallo

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Son las 11 de la noche, de la Noche Buena del año 1977. Mientras me preparo para ir a la Misa de Gallo a medianoche, escucho música de navidad. El burrito sabanero, La Tuna de Cayey, Salsoul Orquestra Christmas Medley, Jose Nogueras, Katrasca, Tony Croato y otros. Escucho la música y canto a la par de algunas canciones para entonar la voz, cosa de ya tener las cuerdas vocales listas para cantar con el coro durante la misa. Lo último que necesito es que se me salga un gallo mientras canto y que Mildred, la directora del Coro Santa Cecilia, me mire con sus ojos grandes mientras sonrie. Los pasados 8 días han sido de mucha alegría, y poco dormir, entre las parrandas, y las misas de aguinaldo a las 5 de la mañana, donde el coro ha cantado y donde disfrutamos de los deliciosos desayunos que siguen a la misa, ofrecidos cada día por diferentes familias. Según le doy forma al afro con la raqueta y la uso como micrófono mientras canto, mis amigos Frank y Johnny me llaman desde e...

Giving Thanks for Paradiso

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Para version en español click aqui: https://docs.google.com/document/d/1LBRK3TDzQJVGxiD0qfI2S_375wMZDCWUKml9-VSs0kE/edit?hl=en&authkey=CJjwhrcL Paradiso” – Mythical place in the minds of people that perhaps represent dreams, maybe about the future, maybe about the past, maybe what once was and is not anymore, but most often the reality of today, one that often arrives without any warning. As I say in my blog, “Paradiso” is the name I give to every single day I live in this not so perfect world, were we must make the best of each and every day, every situation we face, regardless of what it is, our own paradise, giving thanks to God every day. A series of events this year surrounding acquaintances, friends, and family, have made look at this Thanksgivings from a different perspective. Among them, the departure for paradise of six coworkers and my two dear friends George and Vicente, as well as Pastor Bill Carp a couple weeks ago, one the pastors of the church we attended. In add...

Ponce

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Ponce Antes que el sol te acariciara lentamente, bajo el bello amanecer, con sus tenues rayos hilachados, te besó la noche las mejillas y cubrió todo tu cuerpo desnudo con su oscuro manto de terciopelo. Yo te vi de cerca, y tambien de lejos, toda llena de estrellas centelleando por el cielo de tu cuerpo, ¡oh! que hermosas te veias desde lejos, brillabas como brillan los ojos del eterno enamorado que aguarda un Sí; te contemplé en la distancia para admirar tu belleza, para quedarme con tus recuerdos y llevarmelos conmigo a donde fuera; si cierro mis ojos, te puedo recorrer, y si los abro, te veo en mis pensamientos, puedo contemplar cada detalle tuyo, cada calle, cada edificio asomado de ti, y repaso tu historia cuando recorro los caminos del pasado incrustados en las paredes de tus parlantes edificios que me hablan de ti y tu gloria, de tu opulenta belleza, y la alegría con que celebrabas todo, del ajetreo del puerto y la llegada de sus buques, del olor a alambique, trapiche y ...

El Castillo de Mario Mercado

Continuando la historia de Don Manolo, el escobero que vive en el pueblito, hoy hace una semana que mientras entregaba periódicos me encontré con él. Luego de  platicar con él aquel día, mi amigo Hiram “Billy” Bracero, con quien hacía tiempo no compartía, y yo conversamos sobre Don Manolo y sus escobas. Para mi sorpresa, Billy me dijo que Don Andrés  \Albino, quien vive en la Tercera Calle por frente a el Chino y cerca de su casa, también hace escobas. Para mí fue una sorpresa, pues yo no lo sabía, aún después de tantos años pasando diariamente frente a la casa de Don Andrés. Pues le comentaba a Billy que Don Manolo estaba muy interesado en que le cuente sobre el viaje que hicimos hace varias semanas al El Castillo de Mario Mercado, el que está arriba en la montaña por detrás de la CORCO. Por cierto fue Billy quien en su viaje al futuro averiguo que el castillo también se conocía como el castillo de los perros, y me compartió varios datos de historia respecto al viejo castil...

Tallaboa: Back to the Future

Hoy sábado en la mañana, casi al final de mi recorrido por el barrio entregando los periódicos, me encontré nuevamente con el señor de las escobas, Don Manolo, a quien penosamente nunca le recordaba el nombre. Buenos días Don Manolo, como está usted, (por fin llamándolo por su nombre gracias a que mi amiga Socorro me dijo como se llamaba). Él mirándome algo sorprendido, tal vez, porque le llamé por su nombre y no “señor” como siempre lo hacía, me contesta, pues estoy bien mijo, y tu familia como está. Estamos todos muy bien gracias a Dios, aquí como siempre regando los periódicos en mi bicicleta, le contesté. Don Manolo, con su humilde vestimenta que cuenta el duro trabajo que él hace, de corta estatura, pelo negro azabache y apariencia taina, mostrando los años en su empujar de la carretilla de madera, se detuvo, y yo también. No lo había vuelto a ver desde la vez anterior Temprano En La Mañana , cuando le saludé brevemente. Ya vi que le llevó a mami la escoba nueva, le coment...

Playa Alegre @ Night

Para los que crecimos en Tallaboa Encarnación, el único barrio de Peñuelas con una “playa”, vivir allí nos permitió disfrutar de nuestro barrio de una manera que pocos en nuestro pueblo lo hacían. Nuestra playa, Playa Alegre, no sólo era un lugar de trabajo para algunos, era también el lugar de entretenimiento y diversión para jóvenes y viejos. Playa Alegre era un lugar apacible y refrescante durante los días de verano cálidos, mientras en las noches se convertía en un lugar oscuro, solitario y silencioso, pero no sin un “night life”. Recuerdo que cuando tenía como catorce ó quince años, una navidades, papi me regalo unos binoculares, para que yo pudiera mirar los barcos que rutinariamente entraban y salían de los muelles de las bahías de Tallaboa y Guayanilla. No importaba lo que yo estuviera haciendo, en el momento que yo escuchaba los pitos de los barcos o remolcadores, yo me trepaba encima de la casa usando las rejas como escaleras, para mirarlos con mis binoculares. Los binocula...

Extranjero en el Paraíso, Segunda parte

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"Click" en cualquer foto para ver foto ampliada. Para leer la primera parte click aqui: Otro Día en "Paradiso": Extranjero En El Paraíso Como les conté en la primera parte, mi visita a Tallaboa, después de tantos años sin ir, me dejo con sentimientos mixtos. Creo que mis amigos Millie y Elvin lo explicaron con exactitud en sus comentarios en el blog anterior. No planeaba escribir una segunda parte, pero así tuve que hacerlo como una reivindicación a mi Tallaboa, el viejo paraíso. Uno de mis propósitos para haber ido por Tallaboa fue tomar fotografías, y como ese viernes estaba nublado, decidí volver el lunes en la mañana a ver si tenía mejor suerte. Me dirigí hacia el barrio temprano el lunes, ya que en la tarde volaría de regreso a Miami. Salí de la casa de mis suegros en el campo en lo alto de Ponce, y mientras bajaba hacia me detuve en varias ocasiones a tomar fotos de los paisajes. En la segunda parada, en un sitio con vista al suroeste, note que podí...

La Guagua Aérea

En este mi más reciente viaje a Puerto Rico experimenté algo que no esperaba durante el vuelo de Fort Lauderdale a San Juan, La Guagua Aérea. La Guagua Aérea fue una película que creo reseña los puertorriqueñismos que eran parte de los vuelos entre San Juan y Nueva York. Estoy seguro que todos hemos tenido una mala experiencia durante algún vuelo en el pasado, donde deben haber deseado poder salir de la situación prontamente o que el vuelo llegara pronto a su destino. Tal vez te ha tocado con alguien que claramente debería haber pagado por dos asientos en vez de uno, ó te ha tocado con alguien que no se ha bañado en par de días y no usó perfume ni mucho menos desodorante. En mi caso, por suerte no fue ninguna de estas dos situaciones, pero si fue una molestosa y desconsiderada de parte de un pequeño grupo de pasajeros. La historia comienza en Fort Lauderdale con un vuelo pautado para las 11:20 de la noche con llegada a San Juan a la 1:50 de la mañana. A la hora que se suponía que a...

Extranjero En El Paraíso

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Esta es una entrada de blog especial desde Puerto Rico, a donde estamos mi esposa y yo este fin de semana para visitar nuestros padres y celebrar el Día de Las Madres. Como bono, tuve la oportunidad de ir anoche al cumpleaños de mi prima Jacqueline, quien llegó a su medio siglo, donde nos encontramos gran parte de la familia, y donde compartí con muchos familiares que hacía una década no veía. Aprovechando que estoy en la isla, no podía desperdiciar esta visita hacer una entrada al blog desde El Paraíso, nuestra Isla del Encanto. Extranjero En El Paraíso El pasado viernes, después de muchos años, nuevamente recorrí las calles de mi barrio. Esta vez no lo hice imaginariamente como en mis recientes historias, si no, real, en vivo, y a todo color. Cuando empecé a planear este viaje a la isla, me hice el propósito de llegar hasta Tallaboa para dar una vuelta, con calma, ver mi viejo barrio y tomar fotografías. Debo admitir que existía un cierto nivel de anticipación de lo que ...

Temprano En La Mañana

Desperté temprano hoy sábado, me hice una taza de café negro, bien dulce, agarro mi bicicleta y salgo a repartir los periódicos como de costumbre por las calles de Tallaboa. Ya Agustín con su sombrero blanco y reservada sonrisa, abrió la tienda, así que me detengo y compro media libra de pan de agua caliente y la meto en la bolsa de los periódicos para comer mientras recorro el barrio. Ese olor del pan me vuelve loco, que sabroso huele y que incomparable sabor. En la tienda me encuentro con Georgie Avilés, quien llegó a comprar pan, vestida con una bata de flores adornando su piel morena, arrastrando sus chancletas con cada paso, sonriente como siempre y su eterno guiñar de ojos. Buenos días Georgie, le digo. ¿Cuando te casas? Le pregunté. Un día de estos, estoy buscando novio, me dice. Que tengas un buen, le digo al despedirme, y se vá sonriente con su cabeza baja, su chancletear y lento caminar, con una libra de pan debajo de su brazo. Al lado de la t...

Playa Alegre

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Playa Alegre - 2010  Mi último cuento, "Tallaboa Periódicos y Café", fue un torrente de recuerdos de mí querido barrio Tallaboa. Vinieron muchas memorias a mi mente de sitios, personas y momentos de antaño que evocaron aún más recuerdos, por mucho tiempo cubiertos por pensamientos recientes. Hay que reconocer, como dice mi amiga Helen, que recordar es vivir. Entre los muchos recuerdos que emanaron, surgen los de lo que es probablemente uno de los sitios favoritos para los que crecimos en el barrio, Playa Alegre. Playa Alegre, como la solíamos llamar, nos es una Caña Gorda, ni una Playa Santa, ni mucho menos un Manglillo. No tiene arena blanca, ni una orilla llevadera, está llena de algas y en sitios hasta un babote de olor desagradable que de seguro se puede mercadear como humectante para la piel. En realidad, aunque nuestra playa favorita no era la más bonita, tenía un atractivo como ninguna otra. Nos atraía día a día con su silencio, su paz, y las amigables compañías q...