En este mi más reciente viaje a Puerto Rico experimenté algo que no esperaba durante el vuelo de Fort Lauderdale a San Juan, La Guagua Aérea. La Guagua Aérea fue una película que creo reseña los puertorriqueñismos que eran parte de los vuelos entre San Juan y Nueva York.
Estoy seguro que todos hemos tenido una mala experiencia durante algún vuelo en el pasado, donde deben haber deseado poder salir de la situación prontamente o que el vuelo llegara pronto a su destino. Tal vez te ha tocado con alguien que claramente debería haber pagado por dos asientos en vez de uno, ó te ha tocado con alguien que no se ha bañado en par de días y no usó perfume ni mucho menos desodorante. En mi caso, por suerte no fue ninguna de estas dos situaciones, pero si fue una molestosa y desconsiderada de parte de un pequeño grupo de pasajeros.
La historia comienza en Fort Lauderdale con un vuelo pautado para las 11:20 de la noche con llegada a San Juan a la 1:50 de la mañana. A la hora que se suponía que abordáramos el avión ni siquiera había llegado al aeropuerto. No había hecho ningún anuncio respecto a retrasos así que me dirigí otra salida y pregunté que sucedía. Me informaron que el vuelo procedente de Detroit se había retrasado y justo en ese momento hacen el anuncio del retraso. Esta demás por decir el efecto que eso tuvo en todos los que esperábamos el vuelo, desilusión. Imagínense, uno cansado, luego de un largo día de trabajo infernal, y que le anuncien que el vuelo se va a retrasar una hora y media, llegaríamos a San Juan a las 3:20 de la mañana.
Finalmente el vuelo llegó y abordamos. Solo habían 57 pasajeros para un total de 145 asientos disponibles, así que pensé que sería un vuelo cómodo y placentero. Se podía ver el cansancio en las caras de la gente al entrar al avión, y pensé que todo el mundo querría descansar. Un pequeño grupo de cinco o seis personas entraron muy alborotaos, hablando duro, haciendo chistes y por mala suerte se sentaron al lado opuesto de donde yo estaba. Ahorita se tranquilizan, pensé yo, pero una vez se sentaron, el cacareo continuó. Esta gente no tenía planes de descansar, lo cual está perfectamente bien si no molestas a nadie. Pero ese no fue el caso, despegamos, el hablar alto continuó, la risa, temas inapropiados de índole sexual, en otras palabras, un grupo de desconsiderados, ruidosos que no le importaba quien estuviera a su lado. Por un momento me recorde de las guaguas escolares y las sustitutas que cogiamos en Puerto Rico y las buyas que amenudose formaban.
Son las 2 de la mañana y la cabina estaba prácticamente a oscuras pues todo el mundo estaba tratando de descansar. Pero los payasos, estaban con su circo de tres actos a todo volumen, ellos mismos actuando como animales. Solo faltaban las cabras y las gallinas para completar la escena de Tran Puerto Rico Airlines. La tripulación estaba ocupada chismoseando en la parte atrás del avión y no tenían planes de mandarlos a callar. En un momento dado se pusieron tan ruidosos, con una risa estruendosa, que me despertaron de un susto del entre sueño en que yo estaba, y yo no aguante mas y solté un SHUT UP!!!!!, mucho más alto que su risa y desorden, y walaaaaaaaa…. silencio. Entonces empecé a escuchar el lento surgir de un montón de aplausos silenciosos, gracias mentales y sonrisas de placer al saber que alguien se había atrevido a parar a esos desconsiderados y descarados, y al fin iban a poder dormir. Creo que fue más el susto que se llevaron al oír mi grito de guerra, que lo que yo dije.
El resto de vuelo fue más silencioso, ellos continuaron su acto, pero mucho más callado. Pudimos entonces descansar algo, y disfrutar del resto del vuelo. Al aterrizar en San Juan, el cansancio se hizo obvio cuando nadie aplaudió como de costumbre, cuando las ruedas tocaron la pista. Al desabordar, pude ver varias miradas y sonrisas en forma de incredulidad a la situación sucedida, y a la vez como dándome gracias por haberles salvado la noche.
Mientras escribo esto, son la 10:05 PM, y estoy a 38,000 pies de altura en algún lugar al norte de la Republica Dominicana, regresando a Miami. El avión está a oscuras, y el silencio, invita al descanso.
Buenas noches.
Otro Día en "Paradiso" fue creado para capturar y compartir noticias, momentos, memorias, curiosidades, fotos, videos y mas, que llenan nuestros días. Una de mis frases favoritas es "otro día en el paraiso", la cual usamos a menudo, a veces sarcasticamente, refiriendonos a nuestro diario vivir en días no tan perfectos. Por eso durante mucho tiempo he adoptado la frase "otro día en paradiso", recordando que en este mundo imperfecto tenemos que crear nuestro propio paraiso.
Welcome to my blog. Another Day in "Paradiso" was created to capture and share news, moments, memories, photos, videos and more, that make our days. One of my favorite phrases is "another day in paradise", which we use often, sometimes sarcastically, referring to our daily living in otherwise not so perfect days. With this in mind, I have long adopted the phrase "otro dia en el paradiso" (another day in paradiso), remembering that in this imperfect world we must make our own "paradiso".
Desgraciadamente muchos hemos pasado por situaciones como esas. Como hubiese querido escuchar un "SHUT UP" como el tuyo. Dios te bendiga. Cuidate mucho. Millie
ResponderBorrar¿Quién no ha experimentado algún inconveniente al volar? En un viaje que hice de P.R. a N.Y. con Eastern Airlines, ya casi llegando a nuestro destino, entramos en una turbulencia tan fuerte que al parecer el avión se iba a resquebrajar. Se estremecía fuertemente, los compartimientos que están sobrer los asientos comenzaron a abrirse y las cosas comenzaron a caer. El avión se estremecía tanto que todos los pasajeros comenzaron a gritar de miedo, pensando que el avión se iba a estrellar. Y por supuesto, yo estaba más asustado que un niño en una montaña rusa. Solo se que mire a mi alrededor y dije... esto se va a caer y ahí mismo comencé a gritar tan fuerte que creo que la gente se volteó a mirar para ver quien era el cobarde que gritaba tan desesperado.
ResponderBorrarBueno, hubiera deseado haber tenido unos desconsiderados como los que tú tuviste que el susto que pasé aquella noche. Por lo menos, con valentía, los desconsiderados y alborotosos pasajeros que iban a tu lado se callaron con el el "shut up". Por cierto, ¿verdad que aplaudieron tan pronto el avión aterrizó?