Playa Alegre

Playa Alegre - 2010 Mi último cuento, "Tallaboa Periódicos y Café", fue un torrente de recuerdos de mí querido barrio Tallaboa. Vinieron muchas memorias a mi mente de sitios, personas y momentos de antaño que evocaron aún más recuerdos, por mucho tiempo cubiertos por pensamientos recientes. Hay que reconocer, como dice mi amiga Helen, que recordar es vivir. Entre los muchos recuerdos que emanaron, surgen los de lo que es probablemente uno de los sitios favoritos para los que crecimos en el barrio, Playa Alegre. Playa Alegre, como la solíamos llamar, nos es una Caña Gorda, ni una Playa Santa, ni mucho menos un Manglillo. No tiene arena blanca, ni una orilla llevadera, está llena de algas y en sitios hasta un babote de olor desagradable que de seguro se puede mercadear como humectante para la piel. En realidad, aunque nuestra playa favorita no era la más bonita, tenía un atractivo como ninguna otra. Nos atraía día a día con su silencio, su paz, y las amigables compañías q...