Welcome to my blog. Another Day in "Paradiso" was created to capture and share news, moments, memories, photos, videos and more, that make our days. One of my favorite phrases is "another day in paradise", which we use often, sometimes sarcastically, referring to our daily living in otherwise not so perfect days. With this in mind, I have long adopted the phrase "otro dia en el paradiso" (another day in paradiso), remembering that in this imperfect world we must make our own "paradiso".



"Paradiso"

"Paradiso"
Viejo San Juan

18 abr 2010

Tallaboa, Periódicos y Café


Esta mañana como todos los domingos salí al frente de mi casa a buscar el periódico, el cual por lo general leo mientras me tomo una rica taza de café. No sé si a ti te sucede, pero a menudo mi mente se traslada a través del tiempo y me lleva por breves momentos a tiempos pasados en vivos micro-viajes que saben a nostalgia. Cuando recogí el periódico de la grama esta mañana hice uno de esas huidas de la realidad, donde me trasladé a mi viejo barrio de Tallaboa, Encarnación de Peñuelas.

Momentáneamente me encontré en mi vieja bicicleta azul con su asiento “banana” , temprano en la mañana, corriendo por las calles de mi barrio entregando los atesorados periódicos a quienes ansiosamente lo esperaban para consumirlo con el café de la mañana. En cuestión de segundos corrí todas las calles, subiendo y bajando cuestas, lo que en aquel tiempo me tomaba aproximadamente una hora.

Recuerdo que me levantaba como a las cinco y media de la mañana, amarraba la bolsa de porteador de tela de El Día en el manubrio de la bicicleta y la llenaba con los periódicos El Día y El Mundo. En mi ruta usual me dirigía primero hacia El Pueblito donde recogía el periódico The San Juan Star en la tienda de Don Gelo, del lado de su motora guagua Cushman. De ahí me dirigía hacia el fondo del Pueblito donde entregaba el periódico en la casa de la ahora fallecida Mrs. Díaz, nuestra querida maestra de inglés.

Luego subía nuevamente a la Primera Calle donde cogía rumbo a El Boquete dejando el periódico donde esperaban, unos por El Día y otros por El Mundo. Ahora me pregunto qué les hacia preferir el uno ó el otro, si era la diferencia en tamaño, o las diferentes perspectivas políticas que esto ofrecían. Intento recordar a los tantos clientes que tenía, quienes confiaban en mí para traerle las noticias día, pero me es imposible después de 37 años.

En El Boquete entregaba El San Juan Star a mis varios clientes americanos que preferían la noticia en ingles. De ahí subía por la cuesta de lado de la casa de la querida Pepita, quien se encuentra con El Señor desde hace dos semanas, en rumbo a la Segunda Calle. Pasaba por el frente de la casa de los Plana, bajaba a toda velocidad la cuesta de los Cuascut y los Valentín. Luego bajaba y subía los dos lados de la cuesta de Agustín El Barbero, cruzando la intersección sin detenerme, donde una vez accidentalmente me encontré con el guardalodos trasero del la “station wagon” blanca de Carlin Velazquez, mi segundo padre, y quien se preocupó mas por mí cojo caminar que por el golpe que le di a su guagua.

Continuando hacia el oeste, pasaba por la vieja casa de los Velázquez, Irma la enfermera, Filipo, los Casiano, Patin, la tienda de los Nigaglioni, Don Rafa, Edmé y Tati, Ketty, y Gardel hasta llegar a la temida cuesta de Dona Soty. La cuesta de Dona Soty, como la apodábamos los ciclistas del barrio, era la cuesta más empinada del barrio, donde los muchachos mediamos fuerzas a ver quién podía subirla completa sin detenerse. Para ese tiempo, mi vieja bicicleta ni yo resistíamos el poder subirla a pedal por lo que empujaba la bicicleta, ya mucho más liviana de periódicos. Pero no se equivoquen, yo subía esta cuesta a diario con alegría pues se acercaba mi parada favorita, la casa de Doña Soty. A mitad de la cuesta me detenía en su casa a entregar el periódico, pero también a disfrutar de la rica taza de café negro, dulce como la caña, que ella me ofrecía cada mañana. Parado en el balcón disfrutaba del café que me calentaba el alma y me daba el primer empuje del día, mientras contemplaba el paisaje hacia el mar y conversaba con Doña Soty. Tal vez fue de ahí que adopté la costumbre del periódico y el café de la mañana.

Luego de ahí terminaba de subir la cuesta, seguía por la tercera calle, pasaba la casa de Don Perfecto, “Titi Fina”, Vietnam, El Chino, los Bracero, donde recuerdo dejar el periódico pues me encantaba la preciosa vista desde el balcon hacia Playa Alegre. Bajaba la cuesta de la casa de Pichie, subía el lado opuesto frente a la casa de Angela y Eva, continuaba hacia el este pasando las casas de don Atilano, Don Francisco, Don Jerry, a quien apodabamos Daktari por su viejo Jeep descapotado, su pelo largo y su sombrero estilo Indiana Jones. Luego pasaba la casa de de mis tíos Georgina y “Wiso" y finalmente subia la cuesta de Mildred y Ernesto, hasta terminar la Tercera Calle.

Completada mi ruta y mi rutina de ejercicios, me dirigía a casa con el sabor a café en mi boca para prepárame para ir a la escuela. Ah, y si no lo dije antes creo que es el momento apropiado para dar las gracias a todos los que apoyaron mi primer trabajo comprando mis periódicos, y sobre todo a Doña Soty por ofrecerme tan rico café. Wow, que viajecito!

4 comentarios:

  1. Esto si que son memorias para mi,mi primer trabajo con el periodico El Mundo,a mi lo mas que me gustaba era levantaeme temprano a oscuras , digo a oacuras porque podias ver las luces de los carros si venian, para poder seguir de rolo en las intersecciones y asi coger impulso para la otra cuesta porque de verdad no era nada facil, la que mas me gustaba, era tirarme de la cuasta donde vivia JUan el piraguero hasta casa, muchas pelas cuando habia que pegar freno jajjajja si mas memorias gracias Edil

    Billy

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  2. Billy. No recordaba que tu tambien entregaras periodicos. Tienes mucha razon, no era facil subir las cuestas, pero como tu dices, la oscuridad ayudaba a ver las luces de los carros y saber cuando nos podiamos tirar a toda velocidad por las cuestas para poder subir otras. En verdad son memorias imborrables. Mientras lo cuento lo puedo ver en mi mente. Donde vivia Juan el piraguero? No lo puedo recordar.

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  3. Hay Edil como va a ser que tun te olvides que yo regaba el periodico, si yo dividi mi ruta para que tu te quedaras con la ruta dela primera calle , el Boquete y el pueblito y yo con la segunda y tercera calle jajjajaa, despues de eso al tiempo deje el periodico tu seguiste con las rutas' mira aver si te acuerdas de la vez que tu grabaste a don gelo por algo del periodico para ensenarselo a Feliciano(el gerente del periodico) has memoria,Juan vivia arriba al lado de Walco la cuesta donde vivia Irazema, que ese era donde habia un negocio donde a cada rato habian peleas pero peleas a machetazos y por eso le decian al sector Vietnam.
    BILLY

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  4. Ahora que lo mencionas si lo recuerdo. Pero debo admitir que tu memoria me sorprende porque yo no recordaba ninguno de esos detalles. Por eso me gusta que compartan sus memorias pues sirven de llave para que otros puedan abrir sus cofres de recuerdos. Gracias.

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